Xi´an. La Tumba del Primer Emperador.



Estamos en la ciudad considerada como el extremo oriental de la Ruta de la Seda. Capital de numerosas dinastías chinas, Xi´an en chino significa “ paz eterna “. Es la capital de la provincia de Shaanxi y protege en sus entrañas unos de los mayores tesoros arqueológicos del mundo: el Ejército de Guerreros de Terracota del Emperador Qin Shihuang. Descubierto en 1974 cuando tres campesinos, debido al año de sequía y las malas cosechas, se pusieron a cavar un pozo para encontrar la tan deseada agua. Al quinto día y cuando Yang Zhifa, Yang Peiyan y Yang Quanyi llevaban 4 metros de profundidad, encontraron lo que en un principio parecía un jarro de terracota que resultó ser una figura de terracota con armadura y un arco y flecha de bronce .





XI´AN

Hoy he dormido profundamente, me noto muy relajado y descansado. Debe de ser muy temprano, demasiado pronto para unos días de vacaciones. No he oído el despertador, no serán mas de las siete. En aquel silencio la sentía penetrar en mi corazón, fría y acerada. Manos ebúrneas. No me atrevía a levantar los ojos y encontrar su mirada, que yo sabia fija en mí, escrutadora. Unos ojos negros muy bellos. Ojos que parecían joyas tristes, perlas negras que languidecen por un exceso de alegría. Prendo el pabilo de la humeante vela para intentar ver el frío del miedo en el alma. De pronto toda mi inventiva me parece estéril, yerma como los arrozales después de la cosecha ... Son las siete; puntualmente suena el teléfono del servicio despertador del hotel. Una reconfortante ducha me trae de nuevo al presente, Laura nos espera en una hora en la entrada del Hotel.


100 euros es los máximo que se permite en este hotel para el cambio por yuanes ( 835,25Y ).
Un desayuno buffete en el restaurante del hotel para un día de largo recorrido por un circuito preparado para aprovechar hasta el último minuto en esta localidad, y que desde el primer momento podemos observar una metrópoli muy dinámica y moderna. Nos dirigimos hacia las afueras de la ciudad, por autopista tardaremos casi una hora en llegar hasta Bingma Yong, donde se encuentra el Ejército de Terracota. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, la “octava maravilla del mundo“ ocupa una superficie de 56 km2, representa una única unidad arqueológica, un área que acoge la reproducción del reino humano de Qin, en el que el ejército de terracota forma parte de una gigantesca tumba construida por Qin Shihuang, primer emperador de la dinastía Qin y fundador del imperio chino, entre los años 247 y 208 a.C., esto es, hace más de 2.200 años. Impuso un rígido centralismo, e hizo quemar toda la literatura tradicional.

Hacemos un alto en una fábrica de figuras de terracota, nos enseñan su fabricación, las diferentes esculturas de barro son cocidas a mas de 1.000 grados en un horno artesanal y se hacen las piezas por separado, las cabezas, pies, piernas, son de barro compacto y el tronco está hueco. Todas las figuras se parecen pero ninguna es igual. Entre ellos hay un estatus social, los que llevan un pelo trenzado los mas ricos y los que se recogen el pelo con un moño los mas pobres. Unas figuras de guerreros, huecas y abiertas por detrás, están preparadas y expuestas para que estos turistas podamos hacernos unas fotos y figurar en algún álbum de recuerdos, y así pasar y posar como guerreros inmortales.

Algo pasa que el autobús no puede entrar al recinto, el conductor no encuentra el pase o algo parecido, varios autobuses nos adelantan. Tras una pequeña espera, pasamos. El lugar es inmenso, la ubicación del mausoleo no fue elegida por casualidad: se asienta en un hermoso paraje, junto a la montaña Lishan y rodeado de agua, oro y jade, está perfectamente conjugado con las teorías del feng sui, buscando no romper el equilibrio cósmico. En el primer pabellón donde entramos, nos encontramos con una maqueta de todas las excavaciones realizadas y donde se han descubierto y siguen apareciendo restos de este gran ejercito de terracota. Una gran nave se abre ante nosotros, la necrópolis se halla en diferentes alturas y donde se pueden ver desenterrados o semi-enterrados los diferentes tipos de guerreros, oficiales, soldados, caballos, arqueros arrodillados, lugares donde se ven las excavaciones que están todavía realizando y restaurando los restos encontrados.

Cada pieza de terracota está personalizada, de modo que representa realmente a un soldado concreto del ejército imperial. Las cabezas individualmente modeladas, de expresión única, con todo tipo de semblantes y distintas entre si. Equipados con cascos, corazas y polainas, armados en su mayoría con lanzas de una y dos puntas, espadas y ballestas con flechas. Alrededor multitud de turistas ( en su gran mayoría chinos ) nos agolpamos para ver estas maravillas. Con una expresión de inmovilidad y concentración previa al combate, las temidas huestes de la dinastía Qin, con la retaguardia y laterales perfectamente cubiertos, alineados y en formación esperan impasibles ante el tiempo. Los flash de las cámaras irrumpen en el mausoleo. Ensordece el murmullo de la multitud.


En otro edificio se alberga el museo donde se exhibe las dos carrozas y caballos de bronce, únicas en su género. Su restauración duró ocho años. A la entrada del mismo, en su habitáculo central nos encontramos con unas enormes figuras, marionetas, donde un guerrero de terracota coge de la mano a una niña. Alrededor de esta parte central, son numerosas las vitrinas con diferentes piezas de guerreros, armas, figuras de jade y mármol. Las armas encontradas tienen unas proporciones tan exactas de aleación de cobre y estaño, (y algo de plomo), que el bronce resultante tiene la misma dureza que el acero, perfectamente afiladas aun habiendo transcurrido más de 2200 años.

La mañana se nos ha pasado casi sin darnos cuenta, hay mucho por ver. Salimos del recinto hacia el restaurante, donde llegamos tarde ( para las horas de comida de por aquí ), es un buffete libre y no queda casi nadie comiendo, en una sala aparte empiezan a comer ya los/as camareras que se ríen de las que se tienen que quedar a servirnos , (o eso nos parece). Algunos de nuestro grupo se molesta un poco por lo que ocurre. Yo, la verdad, no le doy mucha importancia, todavía hay mucha comida para elegir, y los cocineros te calientan lo que les lleves, ( unas gambitas, sepia, filete de..., bueno de todo un poco), tras un inmenso plato de postre ( una variedad de helados, frutas y pastelitos), y por último el café cortado. Un minuto para ir al lavabo y salimos hacia otro destino, la Gran Pagoda de la Oca Salvaje ( Da Yan Ta).



El bus nos deja justo ante un pórtico de grandes puertas. Nuestra guía, Laura, se dirige a recoger los pases y me deja encargado de la banderita del grupo. Un amplio patio con numeroso arbolado se abre tras el pórtico y en su parte central una torre de forma piramidal con una altura de 59 metros, es una de las pagodas budistas más famosas del país y símbolo de la ciudad. Conserva el túmulo funerario del emperador Qin Shihuang, formando parte del palacio Imperial bajo la dinastía Tang. En su interior son numerosas las estatuas de grandes figuras budistas de la historia de China que podemos observar, así como el museo de la dinastía Tang. Construida en el año 652 de nuestra era. Fue erigida para conservar las escrituras budistas recopiladas por el moje chino Xuan Zang, quien realizó numerosos viajes épicos a la India a lo largo de 17 años. Tardó otros 17 años en traducir al chino estas escrituras.

Ahora nos dirigimos hacia el barrio musulmán donde está situada la Gran Mezquita de Xian, uno de los más antiguos de esta ciudad repleto de pequeños comercios, restaurantes, mercados, bazares, etc. regentados en su mayoría por la minoría étnica Hui (musulmanes). Establecida durante la dinastía Tang en el año 742 A.C., la Mezquita fue construida para ofrecer servicio a los numerosos comerciantes musulmanes de Asia Central que se instalaron en esta ciudad y que sigue siendo hoy día un importante lugar de culto religioso. Contiene elementos de las típicas mezquitas árabes, pero el estilo chino siempre está presente.

El atardecer hace presencia en este día que tiende a su fin, pero antes volvemos al hotel para descansar y asearnos, ha sido un día caluroso y húmedo. Laura, aunque su horario de trabajo ha terminado, nos ha prometido llevarnos por los lugares y vida típica de los lugareños de esta ciudad. Que más típico que un buen masaje, frente al hotel hay una casa de masajes, todos/as aceptamos ir, ya que no entra dentro de lo estipulado en el viaje pero el precio es tan barato y asequible.


 Salimos ya de noche y circular andando por la ciudad es de sumo cuidado, un mar de coches y motos eléctricas circulan poniendo en jaque la integridad física de cada uno de este grupo. Pasamos junto a las murallas de la antigua ciudad, se oye música y cantos a lo lejos, nos acercamos y es un grupo de personas que están cantando y bailando en la calle. Nos quedamos un momento para oirlos y verlos hasta que nos invitan a bailar y cantar con ellos lo que aceptamos con algo de vergüenza en un principio. Tras un agradable y divertido tiempo con ellos, nos despedimos, Laura también se tiene que ir, nos despedimos de ella hasta mañana que nos acompañará al aeropuerto. En nuestro regreso al hotel andando y solos, vemos otro grupo que están bajo un puente tocando instrumentos musicales típicos chinos.

El Hotel apenas si lo he visto, tiene todas las comodidades de un cinco estrellas, una estupenda estancia para un viaje por China, pero el día se hace corto para tantas cosas por ver y visitar en esta acogedora ciudad.

Xian 08 de Septiembre del 2010.

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